En esta «Carta» responde José Luis Munárriz a Agustín García de Arrieta a quien habían desagradado las opiniones sobre el estilo de Bartolomé Leonardo de Argensola que había expuesto en las Lecciones sobre Retórica y Bellas Letras de Hugo Blair. Munárriz arremete sin piedad contra Arrieta y los suplementos y apéndices que incorporó en su traducción de Batteux. Así asegura:
[...] ¿Habrá contradicción en aventurar que hay unas cosas medianas y otras buenas en los varios suplementos y correspondientes apéndices del completador y apendizador de Batteux y que el conjunto de sus suplementos y apéndices es una rudes, indigestaque moles, un batiburrillo, una menestra, una bazofía literaria, en fin, una amalgama de principios heterogéneos, incoherentes y contradictorios? (p. 105).
En su defensa, Arrieta explica que el estilo de la prosa de Bartolomé Leonardo de Argensola resulta en general «vicioso» (p. 105). Además, señala que no es necesario probar todas y cada una de las afirmaciones del crítico:
La censura o crítica de un pasaje o de una obra entera no es un alegato, sino el dictamen o resultado del juicio, buenoo malo, del crítico. Si hubiese de haber dado pruebas de todos y de cada uno de los juicios de pasajes y de obras en castellano, habría sido un proceder infinito, que no entraba ni en el plan ni en las dimensiones de las Lecciones de Blair (p. 109).
En este sentido, considera que sus opiniones están bien argumentadas y que su opositor le calumnia cuando le acusa de confundir los méritos de los hermanos Argensola y la fama de que gozaron en su tiempo. «No he mentado —dice— en ninguna parte a Lupercio y, no habiéndolo confundido tampoco en las varias partes en que hablé de su hermano, está visto que Arrieta, por ligereza o con malicia, me ha hecho confundir a los que yo he distinguido en talento poético» (p. 111).
La «Carta» de Munárriz fue respondida por García de Arrieta en la Carta apologética de la traducción de los Principios de literatura de Mr. Batteux (Madrid: 1805).