Calixto Hornero de la Resurrección del Señor (1742-1797) fue un religioso y pedagogo escolapio español nacido en Pozuelo de Calatrava, actual provincia de Ciudad Real. Ingresó en la Orden de las Escuelas Pías muy joven, con solo 15 años y, tras concluir sus estudios sacerdotales, fue destinado como profesor al colegio de San Fernando en Madrid. Con los años llegaría a ser rector de este centro, e incluso llegó a ostentar los más altos cargos de los escolapios en España. Sin embargo, allí donde verdaderamente destacó fue en su labor como pedagogo, por la claridad y sistematicidad de sus métodos de aprendizaje. Así lo atestiguan sus libros sobre materias como lengua castellana, latín o griego, que durante más de un siglo sirvieron de libro de texto no solo entre los colegios escolapios, sino también en otros de otras órdenes, incluso fuera de España. La mayoría de sus obras están, por tanto, enfocadas al ámbito docente, incluidos los Elementos de Retórica. Otros textos destacables son sus traducciones de textos de Horacio, Cicerón y Salustio así como su composición poética Súplica a Santa Teresa de Jesús, que se ha conservado entera a falta de algunos fragmentos.
Publicados originalmente en 1777 en Valencia, los Elementos de Retórica tuvieron dos ediciones dieciochistas más: la publicada en Madrid en 1781 en la imprenta de Pedro Marín, y la que en 1791 realizaron Jerónimo Ortega y los hijos de Ibarra.
Tal como se reitera en el prólogo, los Elementos suponen un manual de Retórica pensado enteramente para ajustarse a las inteligencias incipientes de los jóvenes o, en su defecto, para ajustarse al entendimiento de toda aquella persona que no tuviera mayores conocimientos de la materia. De ahí que el autor desaconseje su lectura a eruditos que busquen sofisticaciones intelectuales o interpretaciones sutiles del saber latino.
Hornero, siempre guiado por su perspectiva didáctica, destaca la contradicción (bastante común en los sistemas de enseñanza de la época) de pretender enseñar la eficacia retórica latina sin apenas conocimiento de latín. Por este motivo, el autor incorpora a lo largo de toda la obra traducciones simultáneas (bajo la forma de textos paralelos) de las expresiones latinas. Y, de igual modo, para salvar lel desconocimiento del latín, ofrece también una serie de ejemplos de eficacia retórica en español sacados de los escritos de Fray Luis de Granada. De este modo, se facilita el cumplimiento de uno de los objetivos fundamentales del padre Hornero, a saber: que si el desconocimiento del latín impide al alumno aprender de la habilidad retórica de los clásicos, al menos pueda ponerla en práctica en su lengua materna.