Los escasos datos biográficos que sobre Juan Barberá y Sánchez encontramos en la Biblioteca valenciana de los escritores que florecieron hasta nuestros días (1827) de Justo Pastor Fuster sitúan su nacimiento en Valencia durante la segunda mitad del siglo XVIII, e indican que estudió Teología y Filosofía en la Universidad de dicha ciudad. Tras licenciarse desarrolló una larga carrera docente en materias como la Retórica o el latín que le llevó hasta las localidades de Oliva, Gandía, Valencia (donde fue profesor en el Real Seminario de Educandos) y finalmente otra vez a Gandía. A partir de 1807 perdió la vista, aunque ello no le impidió seguir con su labor docente en sus últimos años de vida, en los que siguió instruyendo a alumnos que acudían a su casa. Murió en Gandía el 18 de enero de 1824.
La obra de Barberá se limita a publicaciones de carácter pedagógico en las que ponía por escrito las lecciones que dio a lo largo de toda su carrera como profesor. Las reglas ordinarias de Retórica constituyen la traducción al castellano de la Pervulgata praecepta retorices, exemplis oratorum et poetarum aetatis aurae ad usum scholarum illustrata, publicada el mismo año que su tratado. Las otras obras que componen el repertorio del autor son la Noticia del método que se ha de observar en la enseñanza de la Gramática que nuevamente se establece en la Ciudad de Gandia (Valencia: 1791) y la Sintaxis sobre las ocho partes de la oración para uso de las escuelas (Valencia: 1794).
Las reglas ordinarias de Retórica constituyen un manual clásico que, a través de sus ocho libros (De la Retórica en general, De los lugares oratorios en general, De los afectos en general, De los tropos en general, De las figuras en general, De diferentes generos de oraciones, De los progimnasmas en general y Algunas advertencias) trata de desmenuzar los conceptos y disposiciones básicas de la Retórica enfocados al público en general. Esta obra se encuadra dentro del gran esfuerzo que desde las escuelas escolapias en España se hizo en pos de la enseñanza práctica de la Retórica, que se tradujo en la edición de numerosos manuales escolares y que se caracterizaba, entre otras cosas, por una visión más pedagógica que aceptaba desligar dicha enseñanza de la Retórica tanto del latín como de los modelos clásicos. De hecho, un elemento relativamente singularizador de esta obra es su intención explícita de enseñar Retórica a través de modelos literarios del Siglo de Oro, en lugar de hacerlo a través de textos de la antigüedad en griego o latín.