El tomo II de los Éléments de Littérature se inicia con el término cabale y concluye con didactique. Interesa destacar las definiciones de comedia, cómico, comparación (que analiza en térmicos retórico-poéticos), crítica, cuento y declamación teatral, que diferencia de la declamación oratoria y retórica, al igual que distingue entre el coro y el coro de ópera.
El extenso artículo sobre la comedia (pp. 138-168) constituye una definición del género por oposición a la tragedia, al poema heroico, al poema didáctico moral y al diálogo. A diferencia de la tragedia, la comedia tiene por objeto la malicia natural de los hombres y sus más comunes defectos por lo que provoca la risa y el ridículo. Carece, por consiguiente, de la necesaria capacidad de consternación que genera la compasión en la tragedia. Asimismo, comedia y tragedia se distinguen por sus personajes y el grado de representación de las pasiones.
Marmontel se pregunta si la comedia es un poema, cuestión que le parece difícil de solventar, pero menos relevante que la importancia que tiene la verosimilitud y, asociada a ella, la consecución de la ilusión teatral (pp. 142-146).
Analiza a continuación las etapas históricas del género cómico empezando por la época antigua. Explica en qué consistió la comedia satírica, qué debe entenderse por «comedia media» y por «comedia nueva» en aquel tiempo, y expresa su idea de cómo corresponde ser a la comedia en una nación educada y culta como se supone ser la francesa de su tiempo. En la forma cómica nacional distingue ente el bajo cómico, el cómico burgués y el alto cómico y reivindica la comedia moral y decente, propia, según dice, de su tiempo.
Interesante resulta también la definición de la voz cuento y la de crítica. En este último artículo, comienza por explicar el origen y función de lo que conocemos como crítica textual, para detenerse más adelante en la idea de crítica como «examen ilustrado y juicio equitativo de las producciones humanas» (p. 223), expresión idéntica a la que utilizara Batteux. Respecto de esta última, examina con detalle en qué consiste la crítica en las ciencias, entre las que inscribe la historia santa y la historia profana, en la historia natural y las ciencias abstractas, en las artes liberales y las bellas artes, donde distingue entre la crítica superior, la crítica subalterna y la crítica ignorante, y finalmente se detiene en hacer una serie de consideraciones sobre la crítica literaria. Expresa cuáles son sus relaciones con la erudición y señala aquellos asuntos sobre los que el crítico debe detenerse (el estilo, la narración, las reflexiones y retratos, los ornamentos y la elocución). Aclara también cuál debe de ser el comportamiento de un crítico en materia de moral y cómo el crítico ha de carecer de prejuicios. Asegura además que la crítica ha de tener una función utilitaria y explica en qué debe reparar el crítico cuando juzga una tragedia, una comedia o un poema épico. Considera que el crítico, sobre todo el superior, es decir, el intelectualmente capacitado para el ejercicio de la crítica, necesita de un modelo intelectual a partir del cual realizará su comentario.
A propósito de estos asuntos se pregunta acerca de las relaciones entre el buen gusto y el genio y sobre si el primero puede limitar que sobresalga el segundo. Hay que recordar que en ediciones posteriores e independientes de los Éléments de littérature Marmontel antepuso un «Essai sur le gôut», que le sirvió de introducción a estos.